Solo de trompeta con sordina
En apenas dos minutos un tren partirá alzando un muro infranqueable en la vida de un trompetista. Después de todo, piensa, la etapa que termina no es tan mala que no haya sitio para otra estupidez. Un segundo de vacilación lo retiene aún en el vestíbulo. Mira: ya reacciona. Ya se lanza a una loca...