En el Andén te perdí
Llegó, corriendo al andén del metro, en la estación en Sol, su cabello rizado, su piel canela y esa delgadez que parecía se la llevaría el viento, con sus vaqueros ajustados y su camiseta ceñida. Miro la hora de entrada del próximo tren, en donde él vendría, solo tres minutos le separaban de él, tres...