Celos
Leonor salió de la ducha. Las ocho. Tenía prisa y un billete en el AVE de las diez. Hacía poco que le conocía. Todo fue deprisa. Le gustaba su inteligencia, su sensibilidad, su risa, su sonrisa, su cuerpo bien mantenido para la cincuentena, su sentido del humor. A las mujeres les gusta que les hagan...