Hacia, en y desde el andén.
Voy camino al andén, allí se dirigen mi cuerpo, mi mente y mi alma, cautivos en ellos mis cincos sentidos, comienzan a inquietarse. Hacia allá van mis pasos, los oigo bajar las escaleras, me acompañan otras huellas y el murmullo incesante, que junto a un violín allá lejano, componen su más íntima melodía. Mis pupilas...