Espero seas diferente
Desde que la vio entrar con ese pelo corto y pintado de lila, su pequeña minifalda, sus piercings, sus tatuajes que le cubrían casi por completo piernas y brazos. Sabía que era ella. No era el tipo de clientes que frecuentaban su bar. -Hola, tú debes ser Manolo, el dueño del bar. -Y tú Lorena,...