Conde Nado
Salve, mortales. ¿Mi trabajo? Tengo el cromosoma de la mala suerte incrustado en mi genoma. Presunción, arrogancia y aislamiento son las características de un buen Conde vampírico decadente, como yo. Paso los veranos, recuperándome de la asfixiante canícula, en centros de aguas termales de Baden-Baden, lujosos sanatorios barrocos llenos de potingues y esencias; tomo las...