El arte de no hacer nada
Al principio, mi equipo de trabajo era de cinco personas. Cinco personas que, en el papel, teníamos obligaciones similares, trabajábamos por honorarios más o menos parecidos (los más antiguos ganaban un poco más por su experiencia) y distribuíamos el papeleo en partes iguales. Eramos cinco los que llegábamos a las ocho y nos íbamos a...