El candidato, señora…
Para entonces, los libros Leer x Leer, desbordaban la pequeña biblioteca escolar del establecimiento donde me desempeñaba como profesora de Literatura, y, por lo tanto, buscados para la lectura individual en los salones numerosos. Era un viernes, como cualquier otro, cuando solicité a la bibliotecaria un libro para cada alumno. Hojearon, investigaron y buscaron algo...