IV Concurso de Historias del trabajo Fundación Escritura(s) y Talleres de escritura creativa Fuentetaja
IV Concurso de Historias del trabajo
IV Concurso de Historias del trabajo
No me gusta el trabajo, a nadie le gusta; pero me gusta que, en el trabajo, tenga la ocasión de descubrirme a mí mismo.
Joseph Conrad
Foto de un emprendedor norteamericano previa a la guerra civil de EEUU
31 de julio de 2019. Publicación del Acta del Jurado
El trabajo es determinante en la vida de casi cualquier persona: por el tiempo que le dedica, por el contacto que le obliga a tener con los otros, por lo que le suma o le resta en su realización como individuo y por la capacidad económica que influye también en su vida cuando no está trabajando. Con esta nueva convocatoria volvemos a invitaros a contar historias que han tenido como escenario un lugar de trabajo (o en esas zonas limítrofes que son el desempleo o la formación). Pueden ser de carácter testimonial o ficcional (si tienen la intensidad y autenticidad que surgen de las experiencias directas y vivenciales). Pueden ser propias o de otros compañeros. Antiguas o actuales. O, con un carácter más evocador, sobre la misma empresa o fábrica, y su organización, o sobre un hecho relevante o revelador: Historias mínimas, pero que reverberan todavía en el recuerdo del protagonista o el testigo, a veces amables, agradecidas, pero otras el registro de los embates de una realidad que puede ser demoledora.
El trabajo o, mejor, la relación del individuo con el trabajo, se mueve en un espectro de impresiones enorme, con una escala que tiene en un extremo su comprensión como realización de la persona y en el otro como castigo divino. Para unos el trabajo es el espacio en el que buscar sus metas vitales, desde donde poder hacer balance del éxito o fracaso de sus vidas. Un dios al que sacrificarlo todo (familia, tiempo, salud, aficiones…) con tal de tenerlo satisfecho. Para otros es esencialmente el castigo que impone Yahvé a Adán tras sorprenderlo pecando en el Paraíso: «Comerás el pan con el sudor de tu rostro». Un fastidio necesario, pero que en circunstancias difíciles puede parecer, incluso en sus versiones más injustas y grotescas, un lujo, particularmente para colectivos que lo tienen todavía un poco más complicado (las mujeres, por ejemplo, la mitad de la población). Un espectro, por tanto, en el que caben todos los tonos para las historias. Multiplicados además por las vivencias, circunstancias y entornos tan diferentes de los miembros del Club, que permiten un diálogo más sustancioso en los comentarios.
John Holcroft
Algunos relatos que han participado estos tres últimos años miraron al pasado, nostálgicos por ese mayor espacio para la artesanía y el campo, u horrorizados, por las condiciones durísimas que vieron en los oficios de sus padres y abuelos o que recordaron de su juventud. Otros al presente, con escenarios cambiantes, con una distancia mayor con el producto creado y menos apego por el patrón, y con relaciones más efímeras por una vida social más tangencial al puesto de trabajo, pero también con el entusiasmo o incluso el vértigo por las nuevas posibilidades que se van abriendo. Funcionaban muchos como denuncia, antídoto o aval de las predicciones que se repiten con cada cambio de ciclo, ahora con el que se espera de la sustitución de los trabajadores por robots. En un extremo: historias como las de los obreros excluidos de Ken Loach. En el otro: historias como la del carpintero Geppetto, que hace con sus propias manos a su hijo de madera. O su reverso: el Golem. O cualquiera de sus réplicas cibernéticas: lo que permite también aquí escribir sobre las relaciones laborales que intuimos para un futuro ya inmediato.
Puedes ver el taller completo en la videoteca de la Fundación Escritura(s)
Sobre trabajo y literatura
[accede aquí para leer el dosier]
Características
Los concursos del Club de escritura buscan ser ejercicios motivadores, un modo sugerente de trabajar propuestas para la práctica de la escritura. La plataforma del Club ha sido diseñada para facilitar la participación, la interactividad y la transparencia. Sus concursos son abiertos: desde el mismo momento en que se presenta una obra, esta se abre a la lectura, al comentario y a la recomendación por parte de cualquier visitante del club. Más adelante, la obra se somete también a la votación, en el entorno de un sofisticado sistema de programación y bajo el control de reglas destinadas a evitar abusos.
Las obras presentadas no pueden contener más de veinte fotografías, más de 1000 palabras y vídeos (alojados en plataformas externas del tipo Youtube o Vimeo) de más de cinco minutos de duración. Pueden combinarse los tres registros hasta superarse en cada caso sus máximos.
Fechas: La convocatoria comienza el 12 de marzo y el plazo de admisión de originales abarca hasta el 10 de junio. Votaciones del 11 de junio al 8 de julio. Fallo del Jurado: 31 de julio de 2019.
Para poder acceder a los premios será necesario haber puntuado un mínimo de 10 obras en el periodo de votaciones. El club es un espacio para ser leído y comentado, pero también para leer y comentar las obras de otros.
El nuevo editor de textos quiere servir de incitación al usuario para experimentar nuevas fórmulas narrativas. Lo que hemos hecho, por ejemplo, en “Escritura(s)”. Por texto entendemos también narrativas hechas a partir de fotografías, vídeos y música (registros que conviven a la misma altura).
La organización no mantendrá correspondencia sobre las bases del concurso. El participante debe leer detenidamente las bases completas. Puede consultar sus dudas también en Preguntas frecuentes.
Bases y condiciones generales
La participación en este concurso, así como el registro en el Club de escritura, es gratuita. El concurso se dirige a las personas mayores de 16 años registradas en el Club de escritura. Se puede participar desde cualquier lugar del mundo. No optarán a los premios los trabajos presentados por los empleados de Paradójica SL -empresa gestora de Talleres de Escritura Creativa Fuentetaja- o representantes de Fundación Escritura(s), ni sus familiares directos. En esta plataforma es necesario usar la identidad real, única forma de garantizar una única aportación por persona en cada actividad. Para optar a los premios se debe facilitar la dirección y teléfono que, en caso de duda, permitan verificar la identidad del concursante y/o votante y descartar la creación, por un mismo usuario, de varios registros bajo identidades diferentes.
Los participantes deberán registrarse en el Club de escritura y enviar dentro de la tercera convocatoria del Concurso de Historias del trabajo obras en los formatos admitidos. Este registro es totalmente gratuito y no supone ninguna obligación de compra.
Cada participante podrá presentar un máximo de una obra que deberá ser original e inédita. No se puede participar con un relato de una convocatoria anterior.
El participante no podrá retirar su relato una vez cerrada la convocatoria.
Los autores cuyos relatos sean seleccionados para su publicación en un libro colectivo renuncian a recibir una cuantía económica por los derechos de autor que pueda generar el libro.
Sistema de votaciones
Desde la apertura del plazo de votación a su finalización (de 11/06/2019 al 08/07/2019) se contabilizará el número de estrellas concedidas a cada relato.
En el periodo de votación popular cada votante debe puntuar un mínimo de 10 obras (y, en la medida de lo posible, comentarlas). No se contabilizarán votaciones inferiores a 10. El sistema garantiza la no contabilidad de los votos hasta completar el número obligatorio de votaciones.
Para optar a los premios es necesario que el participante haya votado ese mínimo de 10 obras. Los comentarios deben ser estrictamente literarios. Para ello puedes ver el tutorial con las pautas para comentar una obra literaria.
Podéis verlo completo aquí, con un índice para visionar el tema concreto que te interese.
Si fuera necesario, dado el volumen de participaciones recibidas, resultarán 100 obras pre-seleccionadas en atención a su puntuación y un jurado compuesto por profesores de la Fundación Escritura(s) y de Fuentetaja será el encargado de distribuir los premios en atención a la calidad de los trabajos elegidos. El jurado se reserva la potestad de incluir entre los premiados o menciones obras no pre-seleccionadas entre los 100 primeros en atención a su calidad.
Pacto ético
El usuario se compromete a aceptar en todo momento el pacto ético del Club. Sus consideraciones resumen su espíritu y las normas básicas de conducta en su seno. La no observancia de este pacto podría suponer la exclusión del proceso de concurso.
RECOMPENSAS Y PREMIOS
Un primer premio a una obra elegida por el jurado
- 300 euros en metálico
- publicación de la obra en el libro electrónico colectivo Historias del trabajo IV
Un premio especial al ganador de la votación popular
- «Escribir un relato», videotaller de Jon Bilbao
- publicación de la obra en el libro electrónico colectivo Historias del trabajo IV
A los 25 finalistas elegidos por el jurado
- preselección para la publicación de la obra en un libro electrónico colectivo que reunirá una selección de relatos de distintos concursos taller del presente curso
Premio al lector más destacado, por la calidad de sus comentarios a las obras a concurso
Para la promoción y difusión de las obras a concurso se realizará una inversión de 500 euros
GANADORES:
Primer premio
Orlando Salazar Montes, por “Caligrafía”
Un relato redondo, con una historia (que es un encuentro, un diálogo) que encierra otra historia (que le cuenta uno de los personajes al otro, cediéndose el papel de narrador). Ambas, historias de trabajo: con, al fondo, el reconocimiento por la artesanía y el cambio de paradigma en la imprenta con la informática, y también la guerra y el trabajo forzado. Dos hombres se encuentran en una marmolería y comienzan un diálogo con el que reconstruyen la vida del tipógrafo, que trabaja ahora en esta, que deriva en la historia (exquisita) de cómo perdió las manos. Tiene muchos elementos valiosos: el personaje protagonista, bien perfilado, atractivo para el lector, el narrador, creíble, los diálogos verosímiles, el desarrollo de la intriga, y la precisión verbal, su elegancia sin permitirse ningún exceso (aunque hay alguna errata que habría que corregir).
Premio al mejor lector
Estephania López de la Rosa
Con comentarios largos, amables, rigurosos en lo literario, valiosos para los autores de las obras, ha sido clave para la dinamización de este espacio del concurso.
Premio al autor más votado por los miembros del Club
Montserrat Ginés Nogués, por “El pianista”
Ha obtenido 325 votos y 600 lecturas
Finalistas (por orden alfabético)
Christian Iraola, por “Una cabeza, un Luis”
A través de un narrador omnisciente, un meticuloso observador, el relato recoge bien la atmósfera de los primeros días de la revolución francesa, con un enfoque para los hechos históricos atractivo: parte primero de Bouchon, un personaje en principio escorado en la trama, pero representativo, que lo lleva hasta su tío abuelo, para quien trabaja, Charles Henry Sanson, el verdugo encargado de guillotinar a Luis XVI de quien el narrador extrae sus miedos en los momentos previos a ajusticiar al rey.
Francisco Javier Guerra del Río, por “El último grabado”
Es un texto muy bien escrito: al principio con esa precisión en la descripción de las tareas del grabador Cornelius, con la que consigue acercar al lector una escena (que puede resultarle muy lejana), y luego con la gestión de la angustia del protagonista, que hace fluir el relato hasta un desenlace sorprendente, fantástico, aunque se abra la posibilidad de ser todo un sueño.
Hermenegildo Rodríguez, por “Mamba negra”
Un relato vibrante en un entorno exótico, bien contado por un narrador omnisciente pero muy pegado al protagonista, que busca desesperadamente a su ayudante tras morderlo una mamba negra. Es técnicamente muy bueno, con un lenguaje preciso y un manejo extraordinario de los tiempos para contagiar esa angustia al lector.
Juan Francisco Escudero Cobo, por “Grafoductos”
Es un texto sorprendente, muy audaz: después de ubicarse en la primera línea el protagonista y narrador en su tedioso trabajo, deriva (en esa “penumbra de seminconsciencia” en la que se encuentra) hacia una reflexión fantástica sobre la propia escritura y el pensamiento, sobre los grafoductos, que -los define- son los canales que forman las palabras. Muy convincente.
Laura Vizcay, por “Con el sol del este”
Un relato interesante, bien escrito, con (al menos) dos elementos muy valiosos: (1) la reconstrucción de las primeras horas del golpe militar en Chile, la percepción de los ciudadanos, sobre todo de aquellos que sabían que se ponían en riesgo, con las informaciones y rumores que van llegando y el nerviosismo y la angustia; y (2) la actuación de la protagonista y narradora: su valentía y su dignidad, y también el miedo que no esconde, al renunciar a su puesto de secretaria en esas circunstancias.
Miguel Ruiz, por “Ausencias”
El relato es un diálogo (con acotaciones mínimas del narrador) muy bien escrito, ágil, bien marcados los registros de cada personaje, que orbita en torno a una elipsis que se revela parcialmente al final, que justifica la relación de ambos y su abatimiento actual. Está escrito con una enorme destreza.
Paola R.A., por “La cocina de Rufino”
Funciona como el registro del fluir de la conciencia de su protagonista, Rufino, con un ritmo muy ágil, casi vertiginoso, que se adecua bien al estado de nerviosismo con que comienza el narrador la historia (llega tarde al trabajo): un estrés que es también el de la ciudad en la que vive. En la cabeza de Rufino se solapan la actividad en la cocina de una familia adinerada con trazos de su vida, cómo lo casaron con 15 años y cómo huyó luego de su casa y de su pueblo, pero lo más valioso del texto es el lenguaje, cómo recoge el habla popular, determinados modismos y expresiones, e incluso una cierta conciencia de clase, que fundamentan la construcción del personaje.
Rosalía Paredes, por “La entrevista”
El relato incluye al final la entrevista del funcionario de prisiones con el etarra (que apenas contesta), pero el grueso es un monólogo interior contundente, robusto, bien ordenado en su argumentación, pero también visceral, irónico, escéptico (pero escrupuloso en su trabajo), con un lenguaje que lo aleja de cualquier riesgo de resultar artificioso, por su tono coloquial, con los giros y modismos que utiliza. De fondo, la historia reciente de España, los años del terrorismo de ETA, que apuntalan muy bien las imágenes que añade al texto.
El Jurado también quiere destacar los siguientes relatos (por orden alfabético)
Benjamín Cienalmas, por “Herencias”
Carlos Nicora, por “La leyenda del empleado y su hijo”
Cony Seto, por “La causa”
Dominique Heathcote, por “El cerezo”
Emilia Cantú Garza, por “Ayudar a encontrar trabajo es mi trabajo”
Enrique Pozza,por “Tengo un problema con mi trabajo”
Jesús María Martínez del Rey, por “Huecos”
Martín Jurado, por “Astillero”
Marylis (mejor lectora que escritora), por “La rutina”
Nieves Rico, por “Vaquera”
Salomé Ballestero Jerónimo, por “Luis”
ZCM, por “La 🍊”