El informe
Es bueno trabajar en las alturas. El piso veintidós es buen lugar para olvidarse de aceras, de pasos y de prisas, de tráfico y de supermercados. La vida queda abajo, lejos. Aquí se viene a trabajar. De una manera impersonal. El yo se deja en espera dentro del ascensor. Con aquella voz suya de padre...