De Faroleros y otras Burguesías
¿Qué me pongo? María de los Remedios, luciendo un miriñaque que apenas le permitía moverse, alborotaba arcones y cofres en busca de la prenda más apropiada para esa tarde. La criada ayudaba con la enagua de lienzos blancos bañada en el aroma que la niña adoraba. Luego de revolver, eligió su más clásica falda, aquella...