Volver a respirar
Querido «Nadie«, Me senté frente al espejo, miré mi rostro cansado, mis ojos con la mirada perdida, no era capaz de reconocerme. En cada aliento, sentía un dolor en el pecho, era esa maldita carga emocional que me dejaste. Decidí borrar las lágrimas y cambiarlas por una sonrisa, eso sí, tuve que pintarla, tú encerraste...