¡Que pena siente mi alma!
El Taller de Escritura estaba en llamas, había sido saqueado. Destruido con el fin de matar la cultura, el pensamiento critico, la creación literaria. ¡Para los dictadores siempre es una constante amenaza! Era otro acto del gobierno para acallarnos y tratar de dominar incluso nuestras mentes ¡no lo lograrían! En un altillo desvencijado, alejado del...