¡A la Vanguardia!
Los nuevos reclutas sostenían sus lápices esperando nerviosos la primera orden. El comandante tenía un aspecto enclenque que contrastaba con su calva que intimidaba hasta a un megalodón. Llegó la instrucción: escribir acerca del “relato” en 500 caracteres. Después de 10 minutos se acercó al recluta más joven, quien casi se desmaya, y leyó su...