La bruma te cubre, posesa te sientes del calor que abrasa tus sentimientos.
Tu pasión, compartida con la mía.
Bella demonia, Diosa mía.
Me inclino ante tu altar y te rezo.
Doy todo de mí, todo lo que poseo.
Mi salud y mi enfermedad te las entrego.
Me vuelvo tuyo, tu esclavo eterno.
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