Nací en Venezuela, repartida entre las montañas y el mar caribeño. Crecí protegida por una familia gigantesca que como muchas en Latinoamérica, parecen la inspiración de un cuento de García Márquez. Me fui de casa cuando tenía veintitrés años. Primero a Caracas y luego a París donde sueño y respiro desde el 2010.
De latina, me queda mucho. El ritmo incontrolable de las caderas cuando oigo salsa, el castellano caribeño, la sazón de mi abuela, de mis tías, la conexión intensa con el mar, el sol en los ojos, la fascinación por el sonido que producen las palabras de un libro escrito en castellano.
Todo lo demás, se mezcla con las “erres” guturales y los sonidos nasales del francés. Todo lo demás lo guardo muy cerca de la piel, protegido del frío del invierno. Pero, por encima de todo, se queda intacto mi deseo de escribir.
Interesado por: Me interesa la literatura en un sentido amplio, sin predilección de género
Autores o libros favoritos: El otro, de Borges; Pedro Páramo, de Juan Rulfo; Vivir para contarla, de Gabriel García Márquez