Perfil público

Soy de profesión periodista, algo que quizás no juega a mi favor en relación con la escritura. Cuando tenía 15 años contesté en el test que allá por los 70/80 nos hacían que quería ser escritor, y aunque el resultado no fue el mejor posible, tampoco resultó descorazonador del todo. El caso es que, muchos años después, impulsado, como siempre, por quien es el viento en vela, pasé varios años en el taller de escritura que Sara Rosemberg impartía en Las Rozas, y allí aprendí, como decía una colega en esta afición, a juntar letras. Hoy escribo mucho menos de lo que me gustaría, pero aún así pienso como si todo lo que ocurre fuese 'escribible'. Y en eso estamos.