La idea de felicidad

La idea de felicidad

NAIDE DIÁFORO

14/01/2020

Pasados los seis minutos desde que su madre dijera por milesima quinta vez «siempre hay luz al final del tunel», benito salió con su mochila al sendero del bosque.

Camino durante tres cuartos de hora hasta llegar a la zona con mayor densidad del lugar.

Al dirigirse a la fuente, noto la presencia de una compañera de la secundaria. Ella estaba sola, sentada en una banca, contemplando a la gente caminar, sonreír.

Sin saber porque, «don nadie» (o «cagón») se envalentonó y tomo marcha hacia la chica. La que siempre se sienta a dos mesas de él, la mujercita de la mirada pérdida en la ventana, quien siempre al sonreír, se vislumbra una sonrisa en su pecoso rostro, quien al lanzar una sonrisa al aire, acelera el pulso de su «admirador secreto».

Nuestro muchachito compro un bon o bom.

Con calma se acercó a la banca. Ubicada bajo el arbol donde a sus ocho años lloro al desviarse su bici y chocar aparatosamente contra la dura corteza del tronco, ocacionandose el susto por el que sus pantalones contuvieron una laguna, justo al momento donde el grupo popular de sus compañeros pasaba. Ese es el momento, comienzo de todo lo que trajo a esta fatalidad.

Al cruzar miradas con la niña, ambos proyectaron una timida y tierna sonrisa, Benito le dio un beso en el cachete a María José y con la escusa de «la semana de la dulzura» Benito extendió su brazo ofreciendo una referencia a su sentir dulce, Majo contenta lo tomo y se lo guardo en la campera. El pibe se sentó al lado de ella y observaron a la gente pasar durante toda la tarde, parejas unidas de sus manos, grupos de varios carcajeaban y muchos lloraban de su felicidad, la dicha llena el corazón humano de luz.

Felicidad queria él, happiness he needed, un amor platónico para endulzar su desaparecida alma, al menos lo suficiente para derribarla y que por si misma, logre reedificarse.

La contruccion del sujeto esta atada al sufrimiento, pero si solo el sufrimiento permanece en la linea de tiempo, el corte será una decisión última.

Todo alegria, hasta que la imaginación se redujo. Lástima que esto sea tragedia, que Majo estaba con sus amigas, que Benito era joven para lograr entender su interior y darse cuenta de la importancia del tiempo, el tiempo en su caso es lo único necesario. Lastima debe de tener el padre, quien hizo de conocimiento familiar el lugar donde encontrarían el arma, el peor factor en la historia.

El mundo esta ciego por tantas voces y tantos ojos. Nadie le dio importancia al NIÑO que se saltaba las reglas y se internaba entre los árboles, fuera del camino, dirigiendose al interior del bosque, buscando la señal divina que parara su camino. Pero no hubo nada que detuviera su paso.

Las madres siempre tienen la razón. Al final del túnel, hubo luz.

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