Querida madre vivamos en el eterno otoño.

Querida madre, dancemos entre las hojas del otoño, dancemos ante este atardecer eterno y solitario en este parque al que nadie vendrá. Ven, ven conmigo, sentémonos juntas en esta banca sólo nosotras dos. Sin mundo, sin ruido, sólo el sonido ligero del viento…

Madre, déjame hablarte un poco de mis secretos… ahora que han pasado tantos años y que el mundo se ha acabado, ahora que por fin todos se han ido, tengo la valentía suficiente para decirte mis más sinceros sentimientos.

Querida madre, cuando yo era niña me sentí muy sola sin ti, ¿sabes?, yo esperaba y esperaba a por ti… lloraba en mi soledad, abrazaba la almohada y quería sentir la calidez de tus bracitos abrazándome, reconfortándome y diciéndome… que todo pasará.

Mamá, ¿me puedes abrazar?, ¿me prometes que ahora nunca me dejarás? Si pudiera hacer de ti la eternidad, oh, mamá, yo la haría y es que te quiero tanto… te quiero, te quiero, te quiero y te quiero… tienes que quererme tú también.

Por eso, mamá, cuando estemos juntas no me mires con indiferencia, mírame con amor, quiéreme, soy tu hija, yo, estuve en tu vientre, mamá, abrázame más, acaricia mi cabello con más frecuencia, dime cosas lindas como cuando era niña, protégeme de la misma forma, quédate conmigo y no te vayas a trabajar… no me dejes sola en casa mamá, no me olvides nunca más…

Querida mamá, llévame contigo toda la eternidad, déjame reposar en tu cálido pecho, dime que me quieres, que soy tu niña, tu pequeña, que soy tu hijita y que darías la vida por mí… mamá… abrázame y trátame como una niñita mimada, mi corazón sigue siendo infantil, quiero ser abrazada por ti.

¿Ves eso mamá? El sol se nos va, se nos va… ¡el sol se nos va! La noche llegará y te esfumarás como una horrible pesadilla y te irás… sin haberme querido, sin haberme dicho lo mucho que me quieres… sin haberme abrazado… oh mamá… te quiero tanto, no me dejes sola.

Extraño mucho a mi mamá y no quiero que me deje sola.

Le tengo miedo a la oscuridad.

¿Mamá?

¿Mami?

Mamita…no me dejes sola, no te vayas… no te vayas a Santiago…