Historia 1. Katharsis

K H A T A R S I S

Por: Joxual Araque

(Borrador)

«Luego se le permitió dar vida a esa estatua para que pudiera hablar. Entonces la estatua de la bestia ordenó que todo el que se negara a adorarla debía morir»

Apocalipsis 13 :15 .NTV

«he roto las hebras de tu cabello, que me llevaba como soga hacia la horca» el autor.

«En agradecimiento a Marvin Tapia, esta persona mayor es capaz de comprenderlo todo»

¨Observé a mi alrededor aquel rio pestilente, con aguas putrefactas y un majestuoso color carmesí. Tirado en medio de las rocas; cubiertas de carne de las personas que acaban de morir, sabía que estaba a punto de llevar la misma dicha.Aquella bestia tenía un cuerpo de 2 metros con cabellos verdes por el musgo acumulado y su espalda encorvada con espinas salientes a su columna, se unían a una cola de 4 metros de largo llena de cabello o alguna clase de organismo acuático con una aleta final de su cola cuya función es poder desplazarse en medio de esa poza. -reconocía mi muerte-. Al ver sus delgadas manos cubiertas de escamas que terminaban en una convergencia puntiaguda de más de 2 metros la cual arrastraba haciendo ese ruido -como cuando se afila lentamente un cuchillo -. Las rocas chispean al desplazarse con esos brazos en forma de zancos».

-Con el cuerpo entre las rocas, di la vuelta para poder erguirme y saltar, de pronto, – Ese grito de chirrido me aturdió-, la sangre en mis oídos no cesaba y lo peor, es ver frente a mí, aquella criatura. -El rostro puntiagudo y ojos zurcidos con nylon de pesca, el interior de su boca girando como un molino de carne, de esos vórtices salían unos tentáculos cuyas ventosas terminan en ojos como de pescados…»

-De pronto no recuerdo lo que sucedió. Por un instante sentí como la calma me invadía, después de escuchar un sonido (al igual que una lámina de cartón que se rompe) mi cabeza dejaba su cuerpo, mi visión se empezó a nublar lentamente mientras mi cuerpo yacía a lo lejos, desmembrado por la bestia. Entendí que era la calma de la muerte.

                                      K A T H A R S I S

Todos los veranos de la semana santa, para el último viernes de ese lapso temporal, se especula que una especie amorfa se avista cerca de la fosa llamada cañón de sirena, ubicada al noreste del monolito Quitzaltepe en línea recta de 4 kilómetros para ser exacto, en aquella comunidad de nombre San Lorenzo.

Esta historia se refuerza con el diario que encontré el pasado 11 de junio del 2021.En los vestigios de lo que, por su estructura, llegué a la conclusión de saber que fue una casa abandonada. En sus páginas se encuentra el siguiente contenido, como de una catarsis de sucesos que no se pudieron olvidar.

–Quitzaltepe, San Lorenzo (1898), el diario de Lorean.

-Lorean: Dentro de 1 mes festejo mis 16 años, la emoción me conmueve; sueño con ser un médico que asiste a las personas pobres de este lugar, sin embargo, entiendo la dificultad económica de mi familia, pero no tengo miedo. -seré lo que me propongo ser. 

El diario de Lorean tenía todas las aventuras de su vida, desde aquellos bailes que le gustaban hasta los enamorados que la seguían,sin embargo,contiene una clase de series que perturban cualquier alma mortal, a partir de la llegada de su ser más amado.

-Hoy lo mire, era diferente a los demás, él no es de por acá, su acento es diferente y me gusta mucho su color de piel oscura, delgado y de unos 1.7 metros. No sé porque, pero me gusta mucho.

-28 de febrero de 1898 (cumpleaños 16).

-Lorean: Hoy el vendrá por mi nos escaparemos, le conté mis sueños y la manera en que me mira es tierna, el me apoyara nos iremos lejos, y su nombre lo escucho en todos los lugares. -suspira- hay mi Rafael-, lo amo mucho, ahora que me iré, conoceré todos los lugares del caribe de mi país, Rafael me dice: «huiremos y seremos felices porsiempre», yo le creo,aunque él es 8 años mayor. 

-Sé que me cuidará, mi madre no puede ayudarme a lograr mis sueños y mi padre trabaja en el campo y con costo lleva lo necesario para subsistir, mi madre es ama de casa y no me permitirá irme a estudiar. Preferirá que atienda a mi padre haciéndoles tortillas y ayudándole en los quehaceres. 

A las 11: oo pm de ese mismo día el hombre llego con un sombrero de paja, la esperaba en las viejas posas profundas, cerca de un camino de piedra, a la par se distinguía un árbol seco de Chilamate, la niña iba con su elegante vestido de quince años, tela brillosa, el reflejo de la luna la hacía ver luminosa, ella cargaba en su mano su preciado diario y en su pecho la emoción de ser «libre» ;salió descalza, como era habitual andar en esos tiempos, la madre de Lorean, -Diana-, no tenía idea de lo que estaba ocurriendo.

Los párrafos nuevos que presiden están escritos en otro tipo de letra, pero probablemente datan del mismo tiempo que se escribió el diario.

-Rafael: llevo rato esperándote (la abraza).

-Lorean: Disculpa, pero espere que ellos se durmieran, para poder venir lo más rápido posible.

-No te preocupes, ya que estas aquí súbete al caballo, iremos lejos y en la madrugada estaremos al final del camino para esperar algo que nos lleve a mi ciudad. -está bien por fin estaremos juntos, – (el hombre sonrió). 

-Rafael: déjame ponerte bien los estribos para que no te caigas mientras atravesamos el cerro.

-Al momento en que ella se impulsó para subir, mi cólera se subió, tenía que ofrecer lo que había prometido, al «ser» de la cueva, sin pensarlo, saque mi machete que pase afilando antes de venir al encuentro. Reconocí la oportunidad y de una estocada atravesé su pierna para que no pudiera correr, su rostro de dolor era mi mayor felicidad. Y aquel grito desgarrador -¡Que alguien me ayude!-.Sabía que no tendría sentido porque estábamos en medio de la nada.

-Le presione el cuello asfixiándola; sin intención de matarla, las marcas de mis dedos fotografiaban la escena, pero sabía que nadie la iba a encontrar.

-El mazo que use para romper sus huesos tenía el peso ideal, corte su lengua para que no gritara como un cerdo en matadero, baje su cuerpo del caballo, que por circunstancias extrañas quedo inmóvil, la fortuna me acompaño, lleve de ofrenda una serpiente del género «Boa» y empecé hacer lo que el ritual náhuatl sugería, primero, desmembré sus brazos y le coloque las finas píeles de peces, conocía que el cuerpo humano tiene la capacidad de aceptarlos, le zurcí sus ojos con hilo de pesca al igual que su boca, camine hacia la roca grande de la poza. Invocando al ser que vendría por su alma.

-El apareció como un anciano alto, con barba negra larga, hedía mas que el cuerpo que yo cargaba. Amarré el cuerpo de Lorean a un árbol en sentido que la luna lograse verla al imponerse la media noche, el hombre se acercó al cuerpo mientras yo estaba cansado de cargarlo me senté a observar. Este anciano se transfiguro en un animal y empezó a cogérsela (violar el cuerpo de ella). Al parecer aún era virgen, era de esperarlo. Al finalizar arrojo su cuerpo a la poza, conteniendo en sus manos unos coágulos de sangres que me entrego en forma de flor, me dijo que huyera. Que regresara a mi casa. Al pie de la montaña.

Finalizando: «In Hoc signo vinces«

-Hui de ese lugar, no sentía culpa, pero si alegría al saber que obtendría mucha riqueza porque el pacto se había cerrado. El cual había invocado en esa cueva a este «ser», que me dijo todas las cosas que tenía que lograr.

Diario de Lorean -Textos recopilados Sin fecha-.

-Rafael: Aun la buscan, sin embargo, no hay ninguna pista, y hasta la fecha no he obtenido nada, aquella silueta que apareció jamás regreso. Todos los días es lo mismo tengo que salir a robar para traerle alimentos a mi mujer, pero tendré que ir a esa poza o bajar al pueblo a escuchar lo que dicen.

Siempre visita el pueblo y regresa al anochecer, pero el día que Rafael, narro, al parecer estaba molesto, nervioso o enojado. Su escritura era distinta, me intriga mucho este diario que encontré, soy geólogo de profesión sin embargo que cosas están sucediendo en este lugar llamado Quitzaltepe. Porque tengo esta extraña sensación de no solo ser un espectador de esta historia.

-Rafael: «Hoy no pude contener el temor, jamás había sentido miedo, pero ese ser me busca, la gente ya murmura que lo han visto, sé que es ella, ha venido por mí, sin embargo, no entiendo porque su Padre mato a Doña Diana, la encontraron amarrada a una soga detrás de la casa, el rostro golpeado, y al viejo, con un disparo en la cabeza en su espalda ambos llevaban esa extraña marca otra vez…»

Pero ese ser, que vi a lo lejos mientras devoraba a lo que parecía el cuerpo de una anciana me miro, sabía que yo estaba cerca. Se metió a esa pequeña cueva que está dentro de la poza. Baje sin miedo yo conozco todos los demonios y le tengo más miedo al que está dentro de mí, prendí un cigarrillo, y baje a ese cumulo de rocas que tiene forma como de semi coliseo, escale hasta llegar a la cueva.

-Cuando llegue ahí, lo que observe no tenía ningún sentido, me pare sobre una montaña de cadáveres, cuerpos, manos, cabezas, sus fluidos se desbordaban en un rio pestilente de sangre y heces, vi esa figura, supe que era ella, porque yo había hecho ese monstruo, porque de mi había salido todo lo planeado. Ahora recuerdo que no existió nunca el ser que me acompaño aquella noche. Ese ser era yo. Que deje el cuerpo mutilado sobre ese árbol seco encima de esta cueva de la poza, a la luz de la luna llena.

-Aquí estas hoy frente a mí, tu cuerpo humano-faunístico, eso te di, tus pecados fueron redimidos, serás siempre ese monstruo que escogiste ser, al dejar a los verdaderos seres que te amaban. Y cada año saldrás en este lugar en busca de más víctimas las tantas que sean posibles, aunque lleguen valientes o con armas no te harán nada, tu cuerpo ha sido víctima de mucho dolor. Yo no te amo, te detesto eres una abominación debido a ti no obtuve mi recompensa, de todas las cosas que oculto en este cerro.

-el lugar se oscureció por completo, la luna se ha ido, la criatura grita como un chirrido agonizante, su alma se purgaba, y se transfiguraba en aquella linda muchacha de tan solo 16 años, con su vestido que brillaba. El hombre la vio y se marchó de aquel lugar, en ese momento ella lloro arrodillada, sabía que el misquito, le había robado su alma, su pureza. 

Este es el diario de Lorean y sus escritos, no sé si fueron reales o quizás algún tipo de broma, sin embargo, el documento pareciese de esa época, ya han pasado más de 140 años de ese suceso, que más puede dar.

-Recordé mientras iba en la camioneta, que dejé este documento en el ropero de la habitación del hotel Tijerino, frente al parque aquí en Boaco. Mañana estaré de nuevo en el cerro de Quitzaltepe, Mi esposa cada día me llama, pero no tendré señal en ese lugar. Hoy me vinieron a dejar mis nuevas camisas, me gusta la serigrafía de ellas, en letras negritas mi nombre se realza «Ing. Luis Araque».