Mi última resignación

Palabra tras palabra, me pesan los pecados que arrastro por la selva de cemento, mirando hacia el pavimento el vano incorregible de mi cuerpo cada vez me crece más. Tan amarga sabe mi soledad.

Madrugada tras madrugada. Las nubes espesas de dolor se avecinan, mis lágrimas recorren de mis ojos a mi boca,y es que ya no puedo más.

Todos me apuntan con su índice sin razón alguna, solo mi inseguridad me abre los brazos.Sé que voy a estar bien tarde o temprano algún día cambiará mi destino, pero sin embargo aquí estoy yo con todo mi dolor llenando el vacío de mi corazón. El sufrimiento es mi única elección, un artículo notorio de la victimización del pasado áspero que me encerró en el calabozo del olvido. ¿En realidad estoy bien?, si sólo simple y sencillamente me he dado cuenta que vivir se ha vuelto más llevadero. Al recorrer las rutas que miraron tus sacáis me di cuenta que querías escapar, pero al regresar a mirar yo ya no estaba en mi lugar. 

La culpa la llevo atada al cuello para sentir lo pesada que es, ahora en tiempo de cigarro te espero, por temporadas pero te espero, suelta todo y ven de una vez, guíame a donde yo te podía extrañar. 

Colarme en tus deseos es la alternativa verosímil que me puedo dar, como quisiera decirte que te quiero, pero tu ya quieres a alguien más. Este es mi último fragmento de dignidad que no había podido dejar escapar.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS