Solo, no dejes de mirar mis ojos

A pesar de los estruendosos sonidos que nos rodean, no mires atrás. No hagas caso a ningún ruido, respira hondo, y solo déjate llevar.

No temas nada,  pues pronto formaremos parte del inmenso universo. El dolor, la angustia y nuestro sufrimiento de varios años, solo quedaran plasmados en un sueño, dentro de un futuro disperso.

Es tan cruel ver lo increíble que es, que esta horrible noche llena de angustia para toda la humanidad: nos ilumine con un espectáculo de colores hermosos, que pintan todo el cielo en su totalidad. Inenarrables tonalidades y destellos maravillosos, que serían irreproducibles, incluso, por los pintores y artistas mas talentosos, que, con toda su habilidad, se hayan atrevido a plasmar,

Solo, no dejes de mirar mis ojos, aunque miles de llantos, de miles de almas,  a tu atención quieran arrebatar. A estas alturas ya no tiene sentido compadecerse por ellas, ni tratarlas de consolar.

Una lágrima fría resbala sobre tu mejilla y yo con una dulce sonrisa, a tu temor y angustia, los trato de apaciguar. Las gigantescas piedras heladas que parecen de fuego ya se aproximan, y se comienzan a estrellar, contra el horizonte del mar. Miles de aves emprenden su huida y un sufrimiento en sus graznidos, se comienza a escuchar.

Solo, no dejes de mirar mis ojos, aunque sientas que la marea, a nuestros pies descalzos, los deja de acariciar. Pues el clímax de esta tragedia mundial y el desenlace para nosotros, esta por comenzar.

¡Que maravilloso, el horizonte entero de esta noche se ha vuelto blanco! como si el sol hubiese salido una segunda vez este día. Y una ráfaga de viento cálido, como preludio, a todos nos acaricia, dándonos  la cruel bienvenida.

Una columna de fuego conecta al mar con el cielo, mientras paredes de agua, como montañas, se erigen sin ningún recelo.

Permíteme cubrir tu oídos dulcemente con mis manos cálidas, y trata de recordar todas nuestras hermosas noches de amor tan esplendidas. No pongas atención a ninguno de todos estos últimos lamentos, y mejor tratemos de hacer las pases con dios, en lo más profundo de nuestros pensamientos.

Abrázame fuerte y solo, no dejes de mirar mis ojos. Sabes que te amo con todo mi ser y seré yo quien, de la mano, te lleve delante del creador, rodeado de sus ángeles pelirrojos.

Ahora dame un beso tan apasionado, como jamás se lo diste a nadie, Te regalo mi mas sincero y fuerte abrazo, pues estamos a segundos de comenzar nuestro viaje. No te sueltes y respira muy profundo. Pues, con nuestros corazones en el mano, ha llegado el momento, de partir de este mundo.

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