Sin decirnos nada

Corre el año 1944, estoy aquí en la gran manzana bebiendo un whisky entre humos de coches y cigarros por la mañana.
Hay una niebla tremenda y un frio que no se aguanta, te juro que si cierro los ojos recuerdo el sabor que hay entre  tus piernas, ja, ya siento caliente mi garganta.
Aun lejos entre la multitud puedo reconocer que eres tu. Si bien por aqui, mi corazón ya no te nombra pero la cama te extraña. Yo aunque estes lejos, siempre voy a reconocer hasta tu sombra.

Tengo que dejar de beber me imagino cosas. Falta que alucine y te me aparezcas aqui, no seria mala idea.

                                  

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