Para un rostro inmaculado.

Eres mi sol y tormento. 

Eres mi calma y la que para mis angustias de vivir.

Eres aquello por lo cual me levanto.

Por lo cuál quiero vivir otro día.

Mis poemas y mis escritos están en tu nombre. 

Escondidos dentro de las letras. 

Mis gritos y llantos llevan tu nombre. 

El alba ilumina el horizonte queriendo imitar tu dulzura.

Las montañas se nublan haciendo paisajes iguales de hermosos como tu mirar.

Todas las noches observo tu imagen que roza con lo divino en belleza.

Tan inmaculada belleza que osas llevar. 

Imagino los momentos que podríamos pasar juntos.

Me doblega saber que no te veo tanto como quisiera.

Mi corazón compungido ruega por tener una sonrisa de ti de nuevo.

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