Fallo del Jurado de Historias de la calle III

En Madrid, a 30 de abril de 2018

Un jurado compuesto por profesores de Talleres de escritura creativa Fuentetaja y por miembros de la Fundación Escritura(s), presidido por Enrique Ferrari, ha decidido conceder los premios y menciones que se indican abajo.

En esta tercera convocatoria de Historias de la calle han participado 683 relatos. Ha habido 34.873 votos emitidos por 12.867 personas. El número de lecturas ha sido 84.019 (a día 30 de abril).

PRIMER PREMIO

dotado con 300 euros en metálico

Norberto Álvarez, por “Fumo y recuerdo

Los verbos en pasado marcan la distancia entre el momento de los hechos y el momento de la escritura, que le sirve al narrador para ganar perspectiva, para detenerse en el extrañamiento que le produce recordar los hechos cuando escribe, con los huecos en los que en un principio parece que no había pensado (la información que le falta y que, por tanto, omite) y que pueden llevar al lector a pensar en las atrocidades de la dictadura uruguaya, que asoman tangencialmente. La historia es valiosa, interesante, redonda, contada con audacia por un narrador testigo que se esfuerza por ser eficaz y honesto, con una recreación además de las condiciones sociales de los personajes que la vuelven más verosímil.

PREMIO AL MEJOR LECTOR

dotado con el lote de libros fundamentales para afianzar la práctica de la escritura: El arte de la ficción, de John GardnerLa práctica del relato, de Ángel Zapata, y Escribir y reescribir, de Gloria Fernández Rozas.

Miguel Ángel Moreno Pérez

Podría extenderse un poco más en los rasgos formales de las obras comentadas, pero es indudable que hace un esfuerzo por comprender los textos y desentrañarlos, con una reflexión que los complementa bien, desde una clara voluntad de diálogo. Sus críticas han tenido que resultarles valiosas a los autores que ha comentado.

PREMIO AL RELATO MÁS VOTADO POR LOS USUARIOS

dotado con el lote de libros fundamentales para afianzar la práctica de la escritura: El arte de la ficción, de John GardnerLa práctica del relato, de Ángel Zapata, y Escribir y reescribir, de Gloria Fernández Rozas.

«El tigre de Arganzuela«, de Pablo Bigeriego González-Camino

Ha obtenido 583 estrellas, 1522 lecturas y 302 comentarios (a 3o de abril).

FINALISTAS

Destacamos primero a 5 de ellos:

Alberto Cubero González, por “El boquerón

Bien escrito, con una cadencia en el ritmo atractiva y un tono íntimo y apelativo que funcionan muy bien, el relato es la confesión de un miedo infantil desde la distancia que marca un narrador ya adulto. Los boqueros (las ventanas por donde se echaba la paja en el pajar) le sirven como elemento vertebrador para reconstruir sus recuerdos de las calles de su localidad cuando era niño y los sentía como amenazas, reforzados además por las fotografías en blanco y negro con que ilustra el texto.

Diego Durán, por “Como un perro

El comienzo es muy potente, con la atmósfera del tanatorio y las circunstancias por las que está ahí el narrador protagonista, que se van aclarando a lo largo del relato con un suspense bien medido que va dosificando la información hasta el final, en el que se descubre a sí mismo como responsable indirecto). Tiene el cuento otros puntos fuertes importantes: la caracterización de los personajes a través de los diálogos, las descripciones, sobre todo con la Marga, y la historia, que recrea bien el mundo de las drogas. Las imágenes elegidas para ilustrar el texto, en cambio, no tienen ninguna ambición artística y perjudican el sentido global del relato.

Fernanda del Monte Martínez, por “Peces de colores

Un buen relato de género fantástico. El comienzo funciona muy bien, con adjetivos sorprendentes, bien pensados, para la descripción de una protagonista enigmática hasta el final, en un primer párrafo que sirve también para presentarse el narrador como taxista mexicano. El texto son sus respuestas (con un tono sencillo, bien caracterizado) para intentar explicar un fenómeno inexplicable: las olas con peces de colores que recorrieron la ciudad de México y cómo, tras ellas, marcharon los jóvenes, como una nueva versión del cuento del flautista de Hamelin.

Miguel Ángel Malo, por “El portador del fuego en el fin del mundo

Bien armado, bien escrito, el texto -una recreación nítida de la infancia en los 70 y los 80 en España- funciona como relato iniciático (de iniciación a la vida adulta), como relato de formación, de experimentación al tiempo que de pérdida de la inocencia infantil (de la mano de Javi, un personaje verosímil, fácil de identificar). La alegoría que se permite el relato con el fuego como instrumento para las trastadas le da a la historia un segundo nivel de comprensión más ambicioso.

Yolanda Prieto Pardo, por “El extranjero del bar de Cuenca

La historia es mínima: el relato se apoya en el narrador que, con un discurso que le resulta al lector atractivo, divertido, entrañable incluso, intenta exculparse de la intoxicación que ha llevado a un extranjero al hospital después de haber comido en su bar. La narración es ágil, desenfadada, coloquial. El texto se recrea en el contraste enorme entre las coordenadas de Tomas Müller y las de la Cuenca de hace años (o una de las partes o estratos de esa Cuenca), bien caracterizada por ese bar tradicional y la ración de oreja que parece ser el desencadenante de todo.

Otros finalistas

Alfredo Darío Ruiz Martínez, por «Gregoria la negra»

Antonio Francisco Pineda Méndez, por «Alfonsito»

Antonio Naranjo Morales, por «Cuando no fuimos a España»

Antonio Pérez Ruiz, por «El abuelo y la nieta»

Emerencia Alabarce Pertíñez, por «Ignorada»

Jesús Augusto Silva Hernández, por «Hola, Andrés»

Jesús Félix Gómez, por «El burro del aguador»

Jorge Herrera Velasco, por «El vagabundo infantil»

Luis Rivero, por «Luz verde»

Patricia García Rodríguez, por «Conectando con Street78»

Rafael Boscán, por «País saudade»

Rubén Mera, por «Pelota de trapo»

Sixto GS, por «Rosalía y Matilde»

Txelli Dixit, por «Rua da Martim Vaz»

 

Gracias a todos. Oportunamente nos pondremos en contacto con los ganadores para la entrega de premios.

La decisión del jurado es inapelable y la organización no puede mantener correspondencia sobre los aspectos del premio. Existe un espacio de comentarios que la organización consulta periódicamente en busca de observaciones que nos permitan mejorar sucesivas ediciones. Os animamos a usarla para comunicarnos vuestra impresión sobre este concurso.

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