La pesadilla fue no darme cuenta de que tú nunca ibas a quererme como yo necesitaba que me quisieran; porque para querer a otro, sí, hay que quererse a uno mismo: pero no tanto. Te imagino divertida escribiendo tuits sin gracia y con muy poquito contenido. No te olvides de los jaskas, son muy importantes....
Seguir leyendo
56
2