La terraza.
Día 1 Salgo corriendo. Pero esta vez salir corriendo no significa que, en uno de mis arrebatos habituales, salgo de debajo de las cobijas, rebusco entre mi desorden personal las pocas cosas que suelo meter en la mochila, cojo mis llaves y salgo por la puerta del piso hacia la calle. Eso se acabó. En...