XIII Premio Joven de relato corto El Corte Inglés Organizan: Ateneo Navarro-Nafar Ateneoa y Ámbito Cultural, de El Corte Inglés de Pamplona. Con la colaboración de Fundación Escritura(s) y Diario de Navarra

Convocatoria cerrada

244participaciones

XIII Premio Joven de relato corto El Corte Inglés

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Admisión de originales: del 4 de mayo al 2 de agosto

Periodo de votaciones: del 3 al 31 de agosto

Fallo del Jurado: en la segunda quincena de octubre (retrasada la fecha inicialmente prevista)

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La vida en grises 

Ella se encuentra en donde los «azarares de la vida» la pusieron, en el camino de la nada. Aquí la luna nunca brilla, ella amarillea con el tiempo…Y de nube en nube, en las alas de un pájaro blanco, se dejó tomar como rehén, pensando en cómo no arruinar la felicidad de alguien más… –...

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11

94

La Gran Tormenta-DN 

Jessika Abendao

20/07/2020

La tormenta asoma en el horizonte. Verla desde el faro me hace sentir que no pertenezco a este lugar, soy tan solo una turista pasajera en busca de maravillas de la naturaleza y he parado para dormir aquí, lastima que solo sea una fantasía.He visto tempestades exactamente 2970 días pero todas son distintas, generadas por...

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20

73

Un cadáver legionario 

Arcadio

04/05/2020

Hay palabras escritas que no se contentan con la repetición mental; su cadenciosa belleza nos obliga a leerlas en voz alta. La sonoridad, la música, la armonía de los versos que leía esa noche en la Biblioteca Nacional debían concretarse. El vehículo sería mi voz. La descripción de los vastos campos de batalla en territorio cartaginés daba...

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85

361

Cifras 

Me pregunto qué es lo que pasa. Respiro profundamente y grito. Pero no puedo. Tengo algo metido en la boca. Es una especie de paño. Y me duermo. Cuando me despierto, estoy en una habitación lisa y gris, igual que la de mi sueño, y me encuentro atado a una silla. Miro a mi alrededor...

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19

74

Amnesia 

Sabry Carré

15/06/2020

Amnesia “Es imposible recordar lo que he olvidado” Yoko Ogawa Me desperté atrapada entre barrotes. La celda está fría, sucia y húmeda. La cabeza me da vueltas y no recuerdo quién soy, de dónde vengo ni hacia dónde voy. No hay voces externas, solo internas, me hablan, susurran, murmuran y gritan, me dejan exhausta. No...

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27

104

La reina negra 

Jana Gutierrez

27/07/2020

Desde niña la oscuridad me envuelve. Malas vibras, maldad, muerte, malos deseos, eso fue un poco de lo que viví toda mi vida, no fue por elección propia, fue llamado, fue provocado. Una vez mis padres fueron reyes, como todo rey estaba esperando a un hijo que heredara el trono, pero desgraciadamente, así como lo...

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29

222

Big bang 

Alejandro garcia

25/07/2020

Que lo bonito de estar en silencio al principio, es lo que podemos llegar a escuchar con el tiempo. Y será que aun tengo la herida abierta como si fuese ayer cuando la creamos, cuando nos fuimos sin despedirnos porque no quedaba otra y ocasionó el segundo big bang en la tierra. Búscame cuando no...

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29

171

borradorLA ENTREVISTA. Hector Cisterna Aquí estoy sentada en la terraza de mi casa mirando el mar. Me gusta observarlo en el atardecer, cuando la suave brisa veraniega agita levemente las ramas de los árboles. La hora del mayor calor ya ha pasado, espero pacientemente que el sol vaya bajando en el horizonte, y se empiece a teñir de color el agua; me emociona cuando el sol se va sumergiendo, como una naranja gigante que se apaga en las aguas del océano, así se apacigua mi espíritu. Así, con estas palabras me recibió Clarisa Echeverría cuando llegué a su casa para entrevistarla ese día treinta y uno de diciembre. Mi jefe me había encomendado esta misión hacía varios días, pero yo había dilatado la entrevista hasta hoy 31 de diciembre, pensando quizás en darle un mayor simbolismo, además, sabiendo que ese fin de año lo pasaría sola, y yo que también estaría solo, podría servirle de compañía. Ella había sido una persona importante en el desarrollo de esta ciudad balneario, fue la primera persona que se preocupó de los niños abandonados, fundando el primer hogar para ellos. Además, fundó varios centros de perfeccionamiento para jefas de hogar de escasos recursos. Fueron muchas las familias que mejoraron su vida gracias a ella, siempre su preocupación fueron los más pobres. Contó con el apoyo de su esposo, un distinguido abogado, al que también le preocupaban los desamparados. Ahora, a sus noventa y tres años, viuda desde hacía cinco y alejada desde un tiempo del quehacer social, nadie se acordaba de ella, como sucede con casi todas las personas cuando llegan a la tercera edad, sin reconocerles muchas veces que el progreso actual se debe a la labor desarrollada por ellas. Por eso el director del periódico consideró importante entrevistarla en el aniversario de la fundación de esta ciudad. Hacía poco más de un mes que yo había empezado a trabajar en el periódico, ahí tendría que hacer la práctica y elaborar la tesis, condición necesaria para obtener mi título de periodista. Cuando mi jefe me encomendó la tarea de efectuar esta entrevista, sentí temor, tendría que entrevistar a una persona importante, que además tenía edad suficiente para ser mi abuela; me asustaba la idea de cometer algún exabrupto, o de no saber enfocar bien las preguntas para obtener una respuesta adecuada de una persona que yo no conocía. Ya en el momento de la presentación me di cuenta que estaba frente a una mujer de un carácter excepcionalmente afable y con gran lucidez de pensamiento, lo que me tranquilizó e hizo que mi labor fuera muy grata. Caminaba lento, pero con gracia y elegancia, su pelo plateado brillaba con el sol del atardecer, sus ojos verdes mostraban ternura. Me invitó a sentarme junto a ella en la terraza. Tiene usted un hermoso jardín, comenté, como para distender el momento. Ella me miró diciendo – yo no tengo ingresos para tener un jardín así, pero todo tiene su historia -. Y continuó, – cuando mi esposo y yo éramos jóvenes, teníamos un jardinero que estuvo muchos años con nosotros, mi marido le regaló el ahorro previo para que adquiriera su casa y lo ayudó para que su hijo pudiese ir a la universidad. El joven aprovechó muy bien su oportunidad, y hoy tiene una empresa de diseño y confección de jardines; cuando murió su padre él continuó manteniendo nuestro jardín, nunca ha querido cobrar, dice que esto es para él una deuda de honor. ¿Usted tiene hijos?, pregunté; sí, tengo dos, respondió, mientras tomaba entre sus manos una pequeña ánfora que estaba sobre la mesita de la terraza, luego, al ver mi cara de interrogación, dijo – esta ánfora contiene las cenizas de mi esposo, yo sé que no son nada más que cenizas, pero es lo único tangible que queda de la persona con la cual compartí algo más de sesenta años de mi vida. Pero volviendo a mis hijos, te dije que tengo dos, una mujer y un hombre; Esteban vive en Santiago, me llama una o dos veces al mes, siempre me dice lo mismo – hola mama, ¿estás bien?, ya sabes, cualquier cosa me llamas y corta -. En el verano viene no sé si a verme o me usa como excusa para venir a la playa, porque en los quince días lo veo solo un momento en las noches, pues pasa con su mujer y su hijo casi todo el día en la playa. Mi hija Natalia, vive en Francia, viene una vez al año a verme, ella sí viene a verme, me maquilla en las mañanas, acaricia y peina mi pelo, pone crema en mis manos, las toma y me conversa, luego me lleva a pasear, almorzamos en algunos de esos restaurantes con terraza junto al mar, luego caminamos por algunas avenidas, admirando la belleza de las flores de jardines ajenos, en la noche se acuesta a mi lado, besa mi frente y se queda junto a mí hasta que me duermo, en la mañana desayunamos juntas, en los diez días de su permanencia siempre está conmigo. Cuando ella se va, mi única compañera es la soledad. El resto del tiempo lo paso pensando, antes me entretenía tocando el piano, pero ya mis manos no me acompañan, también me visitaban las personas que dirigen los hogares que yo fundé, o alguna gente de las instituciones que dirigí, pero de un tiempo a esta parte ya nadie me visita, todas mis amigas han fallecido, hace dos meses una de ellas se suicidó. Yo no comparto la idea del suicidio, porque considero que la vida es un regalo de dios o de la naturaleza, según sea tu creencia, y los regalos se cuidan y conservan, no se desechan. La última amiga que está con vida, está en un hogar, hace un tiempo fui a verla, fue terrible, ella no conoce a nadie, ni siquiera sabe quién es ella, no fui más para no deprimirme. Estoy consciente de que mi época ya pasó, lo que debía hacer por la ciudad ya lo hice, las personas a quienes ayudé fue porque lo merecían, creo que cumplí con la premisa de ser una buena ciudadana, ahora hay que dejarle el paso a gente más joven que tiene más y mejores ideas, ellos son los indicados para continuar las obras que los viejos empezamos, de ellos depende el presente y el futuro, yo soy el pasado, solo una anciana esperando tranquilamente el fin de su vida. Tengo una joven que se encarga de todas las cosas de la casa, ella es tímida y solo me habla lo necesario, pero me atiende muy bien, yo la dejo ser como a ella le agrade, me interesa que se sienta cómoda y sea feliz. Luego, cambiando de tema, dijo ¿tú de dónde eres?, soy de Chillan respondí; ¿dónde vas a pasar el año nuevo? No sé, no conozco a casi nadie. Si quieres quédate aquí, hay un cuarto para huéspedes, desde esta terraza se ven muy bien los fuegos artificiales, después, si quieres salir, hay una llave sobre la chimenea por si vuelves tarde. Eran casi las nueve de la noche, la joven encargada de la casa trajo a la mesa varios platos, una especie de buffet frío y dos copas de champagne, luego de eso le dijo a Clarisa que se retiraba, se despidió y quedamos solos en la terraza. Me agradaría que te quedaras, dijo, para no pasar nuevamente un año nuevo sola. Decidí quedarme. La verdad, no tenía donde ir pues no conocía a nadie en la ciudad, la conversación fue fluyendo sin prisa, Clarisa me contó anécdotas y sucesos de su juventud, como cuando a los dieciocho años había sido elegida reina de la fiesta de la primavera; no me di cuenta de la hora hasta que empezaron a sonar las sirenas de los barcos y las campanas de las iglesias, anunciando la llegada del nuevo año. Abracé a Clarisa y mientras lo hacía tuve la sensación de estar abrazando a la abuela que no conocí, bebimos un poco de champagne, deseándonos mutua felicidad, luego nos dedicamos a ver los fuegos de artificio, el cielo de la bahía se iluminaba de brillantes y variados colores, el estruendo de las explosiones seguía a las cascadas de luces, el cielo estaba lleno de estrellas que se confundían con las luces de los fuegos de artificio. La vista era maravillosa, poco a poco fue disminuyendo el ruido y las luces se fueron apagando, el espectáculo había llegado a su fin. Clarisa se puso de pie. Gracias por acompañarme, dijo, fue una hermosa velada, ahora iré a dormir y acompañada de su bastón se encaminó a su dormitorio. De pie en la terraza yo tenía sentimientos encontrados. Encendí un cigarrillo, cosa que no había hecho antes por respeto. Era el primer año nuevo lejos de mi familia, pero por otra parte sentía que había vivido un momento importante en mi existencia, al estar junto a una persona excepcional. Ella me había contado la mayor parte de su vida, siempre tratando de seguir los impulsos de su conciencia y los deseos de su corazón; había intentado ayudar a su prójimo sin esperar recompensas ni homenajes, ahora, en la última etapa de su vida, estaba tranquila con la certeza del deber cumplido. Desde la terraza escuchaba a lo lejos la música de fiestas ajenas, terminé el cigarro y me fui a acostar, tratando de ordenar mis pensamientos por todo lo vivido ese día. El sol entraba a raudales en mi dormitorio cuando desperté; me bañé y vestí rápidamente y caminé hasta el salón. En ese momento se abrió la puerta y entró la joven encargada de la casa, quien me saludó diciendo -le prepararé desayuno y se lo llevaré a la terraza. Me encaminé hacia allá, estaba abriendo el ventanal cuando regresó la muchacha y presurosa me indicó que la siguiera, llegamos al dormitorio de Clarisa, abrió la puerta, pero Clarisa ya no estaba, solo estaba su cuerpo en el lecho, con las manos cruzadas sobre su pecho, y en ellas aprisionada el ánfora. Me acerqué a ella, cerré sus párpados, su rostro reflejaba paz, se había ido casi junto con el año viejo, en silencio, sin estridencias, consciente de que su tiempo había llegado a su fin. Mientras tanto, la mucama había sacado del velador de Clarisa un archivador, lo abrió y fue hasta el teléfono, hizo varias llamadas, lo que me indicó que Clarisa tenía todo organizado. Pasados unos quince minutos llegó el medico que certificó la defunción, más tarde, la gente de la funeraria pusieron a Clarisa en el ataúd y lo ubicaron en el centro del salón, con un ramo de rosas rojas sobre él y algunos candelabros alrededor. Empecé a sentirme como un intruso, por eso cuando llegaron más personas, entre las que intuí estaba su hijo, miré por última vez su rostro en el ataúd, tomé mi grabadora y mi libreta de apuntes y me retiré. Caminé por una avenida adornada con palmeras. En esa ciudad casi desconocida para mí las calles estaban desiertas, solo algunos trasnochadores cantando interrumpían el silencio, los municipales encargados del aseo recogían los vestigios de la noche de fiesta, para que la ciudad recobrara su cara amable. Me dirigí hacia las oficinas del periódico llevando en mi mente la imagen imborrable de una mujer que me había dado la más hermosa lección de vida 

LA ENTREVISTA. Hector Cisterna Aquí estoy sentada en la terraza de mi casa mirando el mar. Me gusta observarlo en el atardecer, cuando la suave brisa veraniega agita levemente las ramas de los árboles. La hora del mayor calor ya ha pasado, espero pacientemente que el sol vaya bajando en el horizonte, y se empiece...

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79

blogger 

camilo celis

25/05/2020

Bloger La finalidad del blog es que se logren visitas, el diálogo a continuación es un fragmento de uno de los primeros chats que se logró interceptar antes de que el blog emprendiera rumbo en la web acaso quieres mostrarme tu blog? claro que si, te dejo el link  https://www.blogger.com/blogge…;fbclid=IwAR123wH-wcEmW-TPDdc1jEQTNOkY9jlc075Cp1GihPa0WNnID9D7tk9fLSs&pli=1#editor/target=post;postID=2249212309313961978;onPublishedMenu=allposts;onClosedMenu=allposts;postNum=0;src=postname  el lin de arriba no funciona?...

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9

149

Un sueño utópico, Andbell ¿crees en los posibles ideales? 

Bell R

30/06/2020

En una noche llena de estrellas es seguro que se puede llegar a imaginar un largo sueño que puede ser irreparable, mientras la luna con todo su esplendor saluda a los humanos, en la tierra dos corazones tratan de reencontrarse en un extraño lugar que parece haber desaparecido de la ciudad, que únicamente por una...

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85

Papel Blanco 

Emma C. Black R.

04/07/2020

     Estaba sentado frente al computador. Las palabras se negaban a plasmarse, a manchar con elocuencia lo blanco del documento abierto en la pantalla. La hoja se mostraba con un vacío tan abrumador; eran infinitas las líneas que creía poder trazar en ella con la dirección de cada tecla presionada.      Pero mis...

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24

81

Un final desconocido 

Petit Gèant

25/05/2020

     Justo en ese momento le senti tan cerca. Tan cerca como lo esta el cero y el uno formando un digito binario. Tan cerca como diciembre lo esta de enero, aunque el pobre deba darle una vuelta al calendario, para no violar las leyes que han estipulado. De la misma forma que ellos...

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18

94