Si remamos juntos.
¿Por qué tanto odio? La sangre de los nuestros, de los tuyos y de los míos, tiñe de muerte el mismo río y las mismas piedras del camino. No hay vencedores ni vencidos, sólo víctimas, las tuyas y las mías, que yacen perdidas en una tierra que no es ni de unos ni de otros, sino...