Aja
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro, que no debí pensar tanto. Sí, fui feliz. Si este es mi último día, ojalá mi madre me perdonara. Siempre mi cabeza con esa culpa tóxica, cavilo en el daño tan inmenso que hice a mi madre por engendrarme. Ojalá yo no hubiera existido. Ella estaría...