Nosotras
El veintidós ya es historia. Está inscrito en tus ojos de escapista, en el tatuaje efímero que trazara mi anular en el canto de tus codos. El veintidós seguirá deslizándose a toda prisa sobre los rieles, echando chispas hasta frenar de golpe frente el obeso sauce llorón de la plaza. Cantará su relincho de caballo...