Una vida más o una menos.
«A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir» repetía junto al espejo antes de subirse al autobús. Su maleta guardaba los escasos recuerdos que quería conservar. Ella, que soñaba con comerse el mundo, sentía como desde hacía un tiempo era el mundo quien la engullía a ella. Las lágrimas no eran sino esquirlas...