La utopía de mi viaje.
Un miércoles 8 de abril, sin censura, me llamaron a decirme que mi mamá había muerto. Sentí que me atravesaban un cuchillo y me partían en dos partes, el viento no hacía mover las hojas igual, el vacío era interminable, mi alma se había ido junto con ella, yo estaba; sin estar. Dirán que estoy...