Sabias que era el viaje de mi vida, una pequeña maleta y poder comprar los billetes. Querías el bungalow amarillo, el color de la alegría. Harías flores de papel y yo arreglaría casi todo. Cierro los ojos tras la ventana y veo como te bañas con lágrimas doradas de Sol entre las olas.

Abro los ojos y no estás, hay grilletes fríos en mis manos y un sacerdote desconocido me perdona.Yo tenía una billetera y el muerto mi cuchillo.Lucía,deseo que hagas el viaje soñado.Pena de vida, pena de muerte.

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