Viaje al conocimiento
Los nervios no comienzan haciendo la maleta, ni cogiendo el avión. Tampoco cuando salgo por la puerta de «llegadas». Ni en el hotel de Quito. Ni en el viaje al sur del día siguiente. Ni al llegar a mi destino. Los nervios empiezan enfrente de la clase. Abro la puerta. Soy la nueva maestra en...