Soñando mi viaje soñado
Empecé a sentir un calor como si en el desierto estuviera. Abrí los ojos desconcertada. Me rodeaban toneladas de arena. Miré al fondo y aparecieron tres siluetas «familiares». Me acerqué lentamente, exhausta, ¡Y allí estaban!; las pirámides de Egipto, y junto a ellas, la esfinge, con su mirada al horizonte, firme y seguramente llena de...