Nadie
Cerrando la puerta, y encontrándome otra vez con él, solos, en casa. Le dije:- ¡Otra vez tú! Siempre me persigues cómo si fueras mi sombra. No niego la profundidad de nuestra amistad, oero, no se puede pasar la vida, con un solo compañero. Muchas veces no puede comprender la falta de una palmada en la...