Entre las calles y Elena
Un Hernán maduro, pero jovial y dinámico, como en los viejos tiempos, con su abultada melena y su barba, hoy plateadas ambas, recorre las calles del centro histórico, radiante. No había visto una marcha de esas magnitudes en los últimos tiempos, quizás nunca en su vida, que no era corta. Los periódicos al otro día y...