Un taller a mi medida.
Asistí a un Taller de Relatos del Oeste donde muchos calzaban botas camperas, otros llevaban sombrero y las mujeres peinaban largas trenzas. Hasta descubrí a un tipo escupiendo de lado. Probé con las camperas, pero mis pies no lo aprobaron. Con sombrero tenía cara de morir pronto, sin llegar ni a secundario. Mi calvicie descartaba...