El encierro de Pilar
Mi vecina de abajo, quien es hipersensible auditiva, me llama siempre. A veces me pide que pisemos con más cuidado. Dice que cuando nuestros pies golpean el suelo hacen un estruendo como de estampida de elefantes. La semana pasada escuché el timbre, era ella. Su cuerpecillo delgado, siempre elegantemente vestido, estaba como a tres metros...