El ojo del lagarto nocturno
Te recordaba ensayando rimas, moviéndote al ritmo del rap. El duelo se realizaría en una de las muchas fábricas abandonadas. Esa noche era tibia, limpia, pura e inocente: era una noche joven, tus rimas no. Añejas, violentas, evocando naufragios y sus restos; al fuego, sangre derramada, refugios abandonados repletos de ratas, bichos e inmundicias. Estabas...