Doce pasos
Me había sentado en el suelo porque quería estar lejos de Dios. En aquella acera sucia, con hojas secas y envoltorios de chocolatinas sacudiéndose a mi alrededor, sintiendo frío por todo el cuerpo y un calor horrible en la cabeza, en aquel lugar, expuesto a la vista de cualquiera, con las piernas encogidas y los...