El cuello del flamenco
Paco el Loco desapareció el día en que el cañaveral se quemó bajo el sol ardiente de junio. Nadie lo echó de menos a pesar de haber deambulado las calles del pueblo por años, llegando a formar parte de la rutina cotidiana como el sonsonete del vendedor de chinas en su camión –“cuarenta por un...