De los sentidos, los androides y la belleza en el caos
Plácido, me encuentro recostado sobre mi cama, en mi habitación, sin quehaceres ni tareas, solo un momento para mí, un momento para poder dejar las enormes cargas que mi conciencia diariamente disfruta colocar sobre mis hombros. ¿Qué tarea tienes pendiente? ¿Qué no vas a ir a la escuela? ¿Qué no iras al trabajo, a ayudar...