Un bar llamado Encuentro
Se oye la verja metálica de la entrada mientras doblo la esquina arrastrando mis pies cansados. La veo entrar y subir el cierre con delicadeza. —¿Ya está abierto? —susurro con un poco de timidez. Hoy me he adelantado a mi cita. —Por supuesto, pasa, pasa. Llevo un año tomándome el café a la misma hora...