Tienes que venir
-Gloria, tienes que venir. Gloria se separó el teléfono del oído y miró la pantalla. No tenía registrado el número móvil en la agenda de contactos, pero sí tenía registrada esa voz en su memoria. No importaban los años ni la distancia recorrida. Su pasado seguía ahí, anclado y presente. Notó cómo se le agitaba...