Espías en Jerusalén: Entre el Hava Nagila y la danza Ardha.
ACTO PRIMERO. Escena primera. Iba tan ensimismado y andando tan rápido que tropezó con aquella maleta dejada en el suelo de una manera bastante egoísta, es decir, en medio del pasillo para procurar trampas. Y al trastabillarse rogó perdón al aire, ya que no vio a quien pedírselo. Do Campo le dijo que no hacía...