Déjame volar
En mitad de un campo de olivos andaluz vivía Luna, de piel clara y pelo moreno. Con su mandil en la cintura de cuadros, golpeaba la ropa con su pala de lavar de madera. Tatareaba canciones para que los días parecieran menos eternos. Su marido Juan se semblante serio, barba frondosa siempre llegaba tarde y...