Detente momento, eres tan hermoso
PRIMERO Las tardes de sábado asumen una particular lentitud en sus horas. Uno a veces se sorprende deseando que se agote pronto el día. Esa tarde de sábado ella llegaría antes de lo acostumbrado. Yo, con trescientas palabras en la boca como munición de ametralladora lista para ser disparada, y con la ansiedad sobre los...