«el tiempo está roto»

                                           I

Ancho como mar

de plata y sin sal

de sueños tus olas

de anhelos tu arena

de esperas mi alma

De bruma de océano

te vistes al pasar

en tu piel el salitre

que a mis labios le dice

es hora de zarpar

Me alejo del mar

me hundo en mi ser

mensajes cifrados

de amores salinos

de río y de mar

Repentino arrebato

sin tiempo ni espacio

eterna marea

de espuma de azahar

mi mano de río

en tu pecho de sal

                                                                       II

Recorrido de ancestrales túneles

evapora las heridas.

El don está en todos

y un agosto inspirado

me devuelve a la noche

mojada por el rocío

de las notas de tu impetuosa risa.

Habita en ti el estrecho espectro

de vida paralela que no logras fundir

con la que te ocupa.

Fuego, magia y hechizo

tejen nuestras entrañas

y un corredor salino

las mantiene distantes,

expectantes al levar de anclas

de un amor, de otro tiempo, de otra vida.

Me rescato y te rescato

en el verde turquesa que me habita.

El bosque animado que en sueños recorro

en este tiempo de renacimiento

guía mis pasos hacia un alud de sentimientos

por el sendero que un día será.

                                                                          III

El tiempo está roto

La palabra se disfraza

de puntos suspensivos

Este otoño se escurre

ya nada nos abraza

nadie nos besa

Un abrir de ventanas

enlaza los días no invitados

Huelo la tormenta

a mar, a verano

avizoro la esperanza

de volver a ser

En tanto la distancia se impone

en este tiempo que cae al abismo

Sobrevivimos, buceando en nosotros mismos

saliendo a la superficie

en pantallas que se multiplican

Te veo, te oigo, 

hacemos foco

en el intento de reconocernos

en este nuevo tiempo

que juntos hilvanamos

que nunca olvidaremos

                                                                        IV

Lo inhóspito no calla lo bello

brotes en un horizonte infinito

auguran otro tiempo

que pronto será,

agazapado en nosotros está,

imperioso de un nuevo hacer.

Es hondo el momento,

rescatar las palabras, extenúa.

El tiempo es hoy

tejido con el olor de los sabores

con la mirada cercana

de cuerpos distantes

con la escucha de cuitas

sin roce, sin piel,

a la espera que el permiso

sea dado para al menos

por última vez

vestirnos el uno del otro.

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