Llegar a casa.
Una noche fría, una noche más por esta calle que parece que no tiene final. Toda mi vida subiendo y bajando está dichosa calle, días en los cuáles llovía a cántaros, días soleados de los más calurosos. Bajadas llenas de tristeza y subidas repletas de felicidad, o simplemente ambas a la vez. Es gracioso que...